Beneficios de la reforestación con árboles y arbustos autóctonos
Los bosques equilibran flujos vitales, como los de los nutrientes, el ciclo del carbono y del agua, mejoran la calidad del aire, absorben CO2, protegen el suelo, proveen de productos y alimentos y son el hogar de miles de especies de plantas, hongos y animales.
Plantar árboles aporta múltiples beneficios: previenen la erosión del suelo, disminuyen la contaminación del aire, nos protegen del sol, embellecen, nos aportan frutos o madera, y oxígeno para respirar.
Proteger los bosques existentes y reforestar los bosques degradados o devastados es una solución efectiva y muy rápida en la lucha contra el calentamiento global.
Los bosques, los árboles, los arbustos, el suelo que los sustenta y los animales que lo habitan conforman un ecosistema en sí mismo. Por eso, tras su degradación, es complicado conseguir restaurar el delicado y necesario equilibrio, la clave de esto tiene que ver en gran medida con la variedad de especies elegidas para su reforestación y que sean especies autóctonas, ya que son las especies que mejor adaptadas y por lo tanto las que más probabilidades de éxito tendrán.
El municipio de El Casar se sitúa en el sistema de rañas del Sistema Central; la raña es una formación sedimentaria compuesta de cantos de cuarcita con una matriz arcillosa que se configuran en un relieve de plataformas elevadas con suave pendiente interna y donde se desarrollan masas boscosas de encinas, quejigos y enebros perfectamente adaptadas al suelo arcilloso y al clima de contrastes térmicos y escasez de agua. La ubicación de estas masas boscosas con frecuencia en las laderas de los pequeños valles de los arroyos y la acción del agua de la lluvia ‘trocea’ la raña, muy poco resistente, y abre espectaculares taludes, las cárcavas, donde asoman las arcillas de llamativos colores rojos por su contenido en óxidos de hierro, dejando el suelo desnudo y sin protección.
El bosque autóctono de nuestro municipio se corresponde con la serie de vegetación Quercus rotundifolia o encina (Junipero oxycedri-Querceto rotundifoliae sigmetum), bosques densos donde las tres principales especies de árboles son:
Encina (Quercus ilex subsp. rotundifolia)
Enebro de la miera o cada (Juniperus oxycedrus)
Quejigo (Quercus faginea)
Otras especies de árboles y arbustos que se desarrollan también de forma natural en nuestro entorno son:
Álamo negro (Populus nigra)
Álamo Blanco (Populus alba)
Arce de Montpellier (Acer monspessulanum)
Espino albar (Crataegus monogyna)
Cornicabra (Pistacia terebinthus)
Madreselva (Lonicera caprifolium)
Jara pringosa (Cistus ladanifer)
Retama común (Retama sphaerocarpa)
Aliaga o aulaga (Genista hirsuta)
Rosal silvestre (Rosa canina)
