sábado, 7 de agosto de 2021

Los pueblos se convierten en laboratorios de innovación

La hora del optimismo rural.

Algo está cambiando en los pueblos. No son el problema. Nunca lo fueron. Los graves problemas del mundo contemporáneo han surgido del ámbito urbano, en muchas ocasiones por mirar hacia otro lado y olvidar muchos conocimientos tradicionales que habían permitido la supervivencia durante milenios. También "por dejar hacer" a pequeños caciques que sólo miran su beneficio.

Es el tiempo de los pueblos, de buscar alternativas y nuevas formas de ver el mundo usando mimbres distintos.


Un fenómeno que se refleja en la reciente atención mediática y en la inclusión del mundo rural en la agenda política, pero que deben ir mucho más allá, porque en este momento se da una confluencia de factores que abren una ventana de oportunidad para revertir el fenómeno de despoblación que ha sufrido el mundo rural durante el último siglo.

Hablar de emprendimiento rural ya no es un oximorón, si no una realidad que está dando sus frutos a través del apoyo a propuestas de personas interesadas en instalarse en el medio rural. Innovación apoyada en conocimiento tradicional, pero también en medidas públicas concretas que favorezcan este regreso al medio rural como vivienda social, incentivos fiscales o equiparación de los servicios públicos, superando la cultura de la subvención para instalarse en la de la inversión. 

Nuevos discursos innovadores construidos desde el mundo rural, que deben visibilizarse públicamente, generando nuevas dinámicas de creación de empleo y servicios que permitan que la vida en los pueblos sea una opción real a valorar.

La sociedad en su conjunto debe entender que no puede realizarse una transición ecológica que excluya al mundo rural. Si hemos de abandonar necesariamente la economía del usar y tirar, las nuevas oportunidades están en el campo, en la gestión de los montes y de los recursos naturales para que sean productivos, generando riqueza sostenible y empleo en la nueva economía circular.

Las iniciativas políticas y legislativas deben caminar de manera clara hacia el ciclo biológico de la economía circular como componente clave del Green Deal, incluyendo el monte, ese enorme porcentaje del territorio que hemos abandonado porque no era productivo en el actual modelo lineal y depredador, pero que es clave desde la perspectiva circular. También regulando la ganadería intensiva, ese problema de crear miles de toneladas de carnes para beneficio de dos o tres personas pero que deja en el pueblo los estragos de la contaminación por nitratos.

La clave está en el ciclo biológico de la economía circular, no se trata sólo de mantener los materiales en circulación el mayor tiempo posible a través de su reutilización o reciclaje, sino en sustituir materias primas finitas por renovables, y estas son biológicas y se producen en el ámbito rural. La agricultura ecológica será clave para generar resiliencia biológica al cambio climático y debe convertirse en un foco de atracción para la iniciativa empresarial, sin olvidar la importancia estratégica la soberanía alimentaria y la producción de alimentos kilómetro cero, porque la última crisis sanitaria debe hacer reflexionar sobre la debilidad de fiarlo todo al comercio global. Para el cuidado de estos ecosistemas será necesario conservar y valorar el conocimiento rural tradicional agrosilvopastoril extensivo que debe formar parte también de un nuevo pensamiento ecológico que debe también poner su foco en la agricultura, en la ganadería y en la gestión del monte de manera sostenible y alejada del enriquecimiento rápido y la subvención de la PAC. Lo rural y lo medioambiental deben caminar juntos indefectiblemente.

La transición ecológica y tecnológica, la economía circular, nuevas formas de entender el turismo de manera sostenible e integrada en la economía rural, nuevas maneras de entender la escuela rural y la calidad de vida, la responsabilidad social corporativa o la posibilidad real de trasladar iniciativas públicas y privadas al medio rural aportándole un valor añadido, forman parte de este nuevo escenario social, ambiental y económico.

Los pueblos se han convertido en laboratorios de innovación. Es tiempo para el optimismo rural.


JOSÉ AN. MONTERO

Periodista, geógrafo y director creativo. No siempre en este orden. Profesor de Didáctica del Medio Social y Cultural en la UCLM.

Publicado en: NUEVATRIBUNA.ES

miércoles, 4 de agosto de 2021

CONTAMINACIÓN POR NITRATOS

La  contaminación de aguas subterráneas naturales por nitratos es uno de los problemas que han surgido en los últimos años, en especial en ambas Castillas. 

Esta contaminación viene generada por el aumento de la concentración de dicha sustancia en el acuífero, pudiendo ser originada en parte por el mal uso de fertilizantes en el campo y a la inadecuada gestión de los residuos generados por las explotaciones ganaderas.


Al tratarse de un problema comunitario, la Unión Europea ha establecido una serie de normas que regulan la aplicación de fertilizantes nitrogenados y la gestión de residuos ganaderos.

Lamentablemente uno de los aspectos de esta normativa ha sido el establecimiento de un código de buenas prácticas en lugar de una serie de limitaciones y prohibiciones claras y concretas sobre el problema y el perjuicio que ocasionan estas actividades y la elaboración de programas de actuación para el control de las áreas afectadas por ésta contaminación denominada zonas vulnerables, donde se olvida el principio de "quien contamina paga y es obligado a cerrar la actividad".

Para paliar este problema, se hace necesario concienciar a agricultores, ganaderos, técnicos del sector, administración y ciudadanía en general, de la gravedad del mismo, y difundir las medidas establecidas para su control. Además el sistema de sanción debe ser rápido y contundente.

Las Ordenanzas Municipales de regulación del vertido de purines y otros residuos procedentes de origen ganadero, tienen como finalidad principal establecer las medidas necesarias para prevenir la contaminación medioambiental, salvaguardar la salud de los vecinos y velar por su calidad de vida, intentado evitar las molestias, incomodidades e insalubridades generadas por estos vertidos. La necesidad de proteger a todos los habitantes de los municipios, en cuanto a los ámbitos de la salubridad, higiene y condiciones medioambientales, vienen recogidos en la Constitución Española. En este sentido, los purines de las granjas de ganado porcino se revelan como los más perjudiciales y su vertido afecta a la calidad de vida de las personas y a su salud, al medio ambiente, al turismo, etcétera. De ahí que las Corporaciones Municipales, en el ejercicio de sus atribuciones, determinen regular diversos aspectos relacionados con dicho vertido en al articulado de las Ordenanzas. Todo ello dentro del marco normativo configurado por el Derecho Comunitario Europeo, los artículos 43 y 45 de la Constitución Española y la Normativa Sectorial tanto Autonómica como Estatal, en el ejercicio de las competencias conferidas por los artículos 25. 2 f) y 28 de la ley 7/1.985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local.


♻️ Acto "Devolver el casco 2.0" sobre el sistema de depósito, devolución...

A cto "Devolver el casco 2.0" sobre el sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), con la participación de Miquel...