Acostumbrados a que la prensa internacional se haga eco de los sucesos más controvertidos dados últimamente en España, se agradecen también que de forma inversa sea noticia por razones positivas.
En este caso subrayando que España se ha convertido en el país dominador de la energía eólica a través de la cual genera electricidad, más que ninguna otra fuente en el transcurso de un año entero.
La fuerza del viento suministró el 20,9% de la demanda en el país durante el 2013, justo por delante de la energía nuclear (20,8 %), de acuerdo a las cifras que maneja el operador la Red Eléctrica de España (REE).
En comparación con el 2012 la energía eólica aumentó en más del 13 % suficiente para abastecer a 15.5 millones de hogares. A consecuencia de ello las emisiones de gases de efecto invernadero en España disminuyeron un 23 %, un hecho favorecido también por el aumento de la potencia de las turbinas de viento.
Lo cierto es no es un caso aislado sino que corresponde a una tendencia destacada por las energías renovables, así la energía hidroeléctrica se ha visto impulsada por los altos niveles de lluvia representando el 14,4 % de la demanda – duplica las cifras del año anterior – al igual que el alto desarrollo de la energía solar en España generando el 3,1% de su electricidad.
En su conjunto las energías renovables significaron el 42,4 % de las necesidades de electricidad del país en 2013.
De forma paralela la producción a partir de fuentes no renovables cayó significativamente, un 34 % para las centrales de gas de ciclo combinado, un 27 % para las centrales de carbón y más de un 8 % de las nucleares.
De acuerdo a estos progresos Jacopo Moccia, jefe de asuntos políticos en la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA) expresa su satisfacción: “España es una demostración de cómo la energía eólica se está convirtiendo en la columna vertebral del sistema energético de Europa” y remarca “También es una demostración de cómo la revolución energética puede crear una industria líder en el mundo, empleo y oportunidades de exportación”.
Cristina Grao Escorihuela
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