El buen agricultor ecológico es capaz de crear algo a partir de la nada usando la imaginación y creatividad. El esfuerzo y la dedicación son cualidades importantes para lograrlo.
Pero… con esto, no basta.
También, es importante que enfoques tus energías. No olvides nunca ser observador y tener capacidad de aprendizaje. Un agricultor ecológico siempre está pendiente de lo que ocurre a su alrededor para aprender de todo lo que pasa en su agrosistema.
El agricultor que siempre está ahí a pesar de las adversidades es el que consigue sus objetivos. Por eso es importante estar activos, en movimiento y aprendiendo siempre.
Te habrás dado cuenta que muchas veces al agricultor ecológico se le llama loco, o la gente de su entorno más cercano no entiende lo que hace. Porque se sale de la “normalidad”, pero precisamente ahí es donde ocurren las cosas más interesantes.
Por eso, este es un asunto que tenemos que saber manejar: no intentes convencer a nadie que lo que tú haces es lo correcto. Basta con que tú lo creas y lo sientas. Total, hagas lo que hagas siempre va a haber alguien que te mire mal porque te sales del rebaño.
¡Continúa con tus metas y no abandones en el camino! Piensa en tus colegas de profesión y recurre a ellos en momentos de duda.
Después de estos consejos, quiero compartir contigo una herramienta que para mí es imprescindible en mi día a día… es el Calendario Fenológico en el que registro diferentes parámetros que me ayudan a gestionar mucho mejor mis cultivos.
Puedes descargarlo ahora mismo haciendo click aquí
¡Vamos a ello!
A continuación, te explico cómo utilizo el calendario fenológico:
Temperatura del aire
Utilizo un termómetro digital de máximas y mínimas. Puedes comprarlo desde 5 euros. Cada día registro la temperatura máxima y mínima. Como vivo en una zona de inviernos muy fríos, anoto la fecha de la primera helada y de la última del año.
Temperatura de la tierra
No la tomo todos los días, la registro una o dos veces al mes, según la temporada. Sí que estoy más pendiente en épocas de siembra o plantación ya que las semillas necesitan un mínimo de temperatura para su germinación.
Utilizo un termómetro especial. Tomo la temperatura en dos profundidades diferentes. Aunque en la superficie nos puede parecer que la tierra ha cogido calor, en el interior la temperatura desciende por lo que tenemos que asegurarnos.
Cantidad de lluvia por metro cuadrado.
Utilizaremos un pluviómetro básico. Suelen ser de plástico o vidrio, así que son muy económicos. Cada vez que llueve registro los litros/m2 y anoto la fecha.
El viento.
No lo registro siempre, pero en días ventosos apunto la dirección y la fuerza.
La nieve
Registro la fecha y mido la altura que alcanza. Si no cuaja demasiado, se puede anotar esta observación.
La vegetación
Escojo algún árbol, arbusto y planta; y observo su punto de desarrollo o nacimiento, que corresponda al buen momento para efectuar diferentes trabajos en la finca (siembra, plantación…). De esta manera, al cabo de unos años y simplemente mirando a tu alrededor, sabrás qué tareas se pueden realizar en el campo. Lo mismo en relación con las actitudes, presencia o ausencia de pájaros, insectos o cualquier otro animal que nos sirva de referencia.
Haz 12 copias, una para cada mes del año. Las puedes guardar en un archivador para poder consultarlas en cualquier momento y con facilidad.
¡Un abrazo!
Jesús Lázaro de Diego
Agricultor y gerente de la
Bodega ecológica Kirios de Adrada
jlazaro@kiriosdeadrada.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario